8.10.2009

Promesa.


Juntó la plata justa para saldar sus deudas con el boletín comercial. Sintió la extraña sensación que bajo sus pies el piso se movía cada tanto. Se dio cuenta que estaba sobre el metro. Esperó largamente, pagó y prometió que nunca más. Caminó a casa y recordó que todavía no podía llegar, sus hijos jugaban en la casa del vecino mientras el vecino jugaba en su casa bajo la falda de su mujer. Llegó al antejardín, se asomó apenas por la ventana de su pieza, lloró y esperó encuclillado secándose los mocos con la manga de la camisa. Prometió que nunca más. Dio un salto cuando el hijo menor le tocó el hombro y le preguntó si estaba jugando a la escondida. Claro que sí, me pillaste, mañana te voy a comprar una bicicleta de los power rangers, prometió. No se cómo, pero prometo que lo voy a hacer.

No hay comentarios.: